metro linea 3

La construcción de la Línea 3 durará más de cuatro años y emplea a 300 personas

Las obras de la futura Línea 3 del metro de Bilbao fue el escenario donde ayer perdió la vida el encofrador de 52 años al que le cayó una roca en la cabeza desde gran altura. Los trabajos de este ramal del suburbano arrancaron en abril del año pasado y es probable que se prolonguen más allá de finales de 2013, fecha que se barajó inicialmente. A diario, alrededor de 300 personas desarrollan su labor en los cinco tajos abiertos para ir dando forma a los 5,88 kilómetros que tendrá un trazado que unirá San Antonio de Etxebarri con Matiko.
Cada rozadora de la Línea 3 avanza una media de siete metros diarios. Las máquinas deberán horadar esos 5,88 kilómetros y otros 7,3 en forma de túneles de ventilación, ascensores y salidas de emergencia. En total, atacarán 13,2 kilómetros de cavernas. En la actualidad, el proyecto avanza a buen ritmo. El 70% de la excavación ya está realizada. El único punto donde se están encontrando problemas es en los alrededores de la estación de Txurdinaga, donde las máquinas se han topado con una zona de material blando, lo que está complicando los planes de los ingenieros.
La guinda de Norman Foster
La Línea 3 contará con 7 estaciones: San Antonio, Otxarkoaga, Txurdinaga, Zurbaranbarri, Casco Viejo, Uribarri y Matiko. Seis de los siete tramos en los que se divide el ramal ya están en obras. Sólo resta definir cómo será la estación del Casco Viejo y su conexión con las Líneas 1 y 2. El arquitecto británico Norman Foster y su equipo trabajan en la búsqueda de una solución adecuada e imaginativa. La participación del padre de la estética Metro Bilbao en esta iniciativa ha generado gran interés.
El nuevo ramal del medio de transporte más utilizado de Euskadi permitirá que 71.000 personas cuenten en el futuro con una estación de metro a menos de 10 minutos de su domicilio, con circulaciones cada cinco minutos. Los planes del Departamento de Transportes del Gobierno vasco pasan por automatizar la Línea 3. Los trenes circularán sin conductor.
El accidente laboral mortal de ayer es el primero que se ha registrado en este proyecto. Los expertos consultados por este diario aseguran que el entorno del suburbano «no es más peligroso que el de cualquier otra gran obra pública». Los túneles se excavan con potentes máquinas rozadoras que ‘comen’ la piedra muy poco a poco, mediante dos movimientos: avance y destroza. La labor manual se reduce a preparar las cerchas que después dan consistencia a la galería. Desde los primeros pasos del proyecto, a finales de los años 80, el modo de horadar las entrañas del suelo vizcaíno apenas ha cambiado, si bien es cierto que ahora las tuneladoras son bastante más potentes y cuentan con un moderno sistema de guiado por láser. En la actualidad se trabaja a tres turnos (24 horas al día).
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