Hay menos robos con violencia y menos robos en vehículos, pero fueron más las sanciones por botellón así como las multas por orinar en la calle, con actitudes tan poco cívicas como casos en los que incluso se trata de orinar al agente que les llama la atención. Un ejemplo que sirve para dibujar esta realidad.

El concejal de Seguridad, Tomás del Hierro, acompañado por el director del área, Andoni Oleagordia, presentó ayer los datos de la memoria de actividad de la Policía Municipal de Bilbao con la satisfacción de dibujar el panorama de un Bilbao «más seguro». La radiografía de la seguridad de la ciudad se podría resumir en un año en el que se produjo un 19% menos de detenciones como consecuencia de un descenso en los índices de delincuencia. Se produjeron casi un millar menos de hurtos en vehículos y los robos con violencia pasaron de rondar el millar a no llegar a los 800. La disminución, además, ha sido global: en todos los distritos ha bajado el número global de delitos, excepto en Basurto-Zorro-tza y en Otxarkoaga-Txurdinaga.

Esta disminución de los delitos se constata también en menos detenciones: en 2010 se arrestaron a 300 personas menos, sobre todo, por delitos contra el patrimonio. Y, aunque cada vez hay menos extranjeros detenidos, han aumentado los delincuentes de procedencia.

Del Hierro afirmó que la disminución en el número de delitos se «debe a un conjunto de muchas cosas, que tendremos que analizar en el futuro», aunque señaló que se «queda con la idea de que Bilbao es más seguro que antes». En esta línea, Oleagordia reconoció que en el descenso de delitos «tiene que ver la buena labor de la Policía Municipal», pero también los cambios sociales y de los ciudadanos, que actúa de forma «más preventiva».

La cruz de esta moneda la ponen las actitudes incívicas. Y es que cada vez hay más intervenciones relacionadas con las ordenanzas, más sanciones por infracciones de hostelería y también más sanciones por orinar en la vía pública. La sanciones por hacer botellón han subido de 181 a 268, y las peleas, de 270 a 424. Para Del Hierro, «esto tiene que ver con la anomía que existe con respecto a la autoridad».

Dentro de esta tendencia a la baja, la disminución más significativa es la de los delitos contra el patrimonio, que engloban los diferente hurtos y robos, y que suponen tres de cada cuatro delitos que se cometen en Bilbao. A lo largo del año pasado, cada día se produjeron tres delitos de este tipo menos en la villa, sobre todo, los robos en los vehículos y los que se realizan con fuerza a las personas. Para el concejal de Seguridad Ciudadana, «el hecho de que desciendan los robos con violencia es muy positivo, porque este tipo de actos dejan tocada a la gente psicológicamente». Sigue manteniéndose, eso sí, el pico que experimentan los delitos contra el patrimonio en agosto, coincidiendo con Aste Nagusia: de una media de 500 en julio, por debajo de los 740 de mayo, por ejemplo, se disparan hasta alcanzar casi el millar.

Barrio a barrio El reflejo de estos datos en los barrios es igualmente significativo. Los delitos descienden en todos los distrito, salvo en Otxarkoaga-Txurdinaga y Basurto-Zorrotza. En el caso de Otxarkoaga, según explicó Del Hierro, «se ha debido a una banda que robaba en coches y que hizo ascender de 130 a 219 el número de robos. La banda fue detenida a finales de año». En Abando e Ibaiondo -donde se cometen casi la mitad de robos de toda la ciudad, al albergar el mayor número de comercios-, se registraron 758 y 336 robos menos, respectivamente. Los delitos contra el patrimonio se han reducido en prácticamente todos los barrios de la villa. Solo en Otxarkoaga, Zorrotza, Txurdinaga, Zurbaran y Uribarri crecieron los robos. Destaca, entre ellos, el barrio de San Francisco, donde se han reducido a la mitad; los 274 delitos contra el patrimonio a lo largo del año ni siquiera alcanza una media de uno al día, contra los 1.490, por ejemplo, que se produjeron en Abando.

Las labores policiales se dividen en tres patas: un tercio corresponden a labores de control de tráfico, otro tanto a seguridad ciudadana (delitos, juicios, vigilancias…) y el restante, a vigilar que se cumplen las ordenanzas municipales y otras actividades urbanas, como el control de establecimientos y animales, la venta ambulante, la protección del medio ambiente, la asistencia social y acompañamiento, alarmas y rescates…