Hasta quien trabaja en casa puede levantar sospechas. La Policía Municipal de Bilbao arrestó la pasada semana a tres miembros de una misma familia -una madre y sus dos hijos- que traficaban supuestamente con drogas desde su vivienda en Otxarkoaga. La venta de cocaína y heroína que al parecer se realizaba en el salón de casa no pasó desapercibida, pese a las medidas de seguridad que blindaban la entrada del piso. Los vecinos fueron quienes se encargaron de dar la voz de alarma. Algunos de los detenidos ya contaban con «numerosos» antecedentes policiales.

Según revelaron ayer portavoces de la Guardia urbana, la Unidad de Drogas inició una investigación tras recibir diferentes denuncias en el citado barrio, alertando sobre sospechoso y constante ir y venir de toxicómanos. Se agrupaban a las puertas de un domicilio de la zona. Un operativo especial permitió a la Policía contrastar las denuncias recibidas y, tras lograr una autorización judicial, los agentes procedieron a acceder a la vivienda.

El registro pilló por sorpresa a la familia, que protegía el paso a su casa con una puerta blindada y «fuertes medidas de seguridad». Aunque los presuntos traficantes intentaron deshacerse de las pruebas que les inculpaban, los agentes se incautaron de diversas cantidades de heroína y cocaína, así como de distintos útiles que se emplean habitualmente para manipular estupefacientes.

La operación acabó con el arresto de M.A.R.J., una mujer de 50 años, y su hijo C.H.P., de 24, acusados de un presunto delito por tráfico de drogas. Además, en el mismo dispositivo, la Guardia urbana procedió a la detención de un tercer miembro de la familia, otro varón de 22 años que responde a las iniciales A.B.R, también hijo de la imputada. Se le acusa de un presunto delito de atentado contra la autoridad después de que intentara acceder «por la fuerza» al domicilio, acompañado de otros familiares, cuando la Comisión Judicial aún se encontraba en el lugar levantando acta de lo sucedido.

Por otra parte, la Policía Municipal también detuvo el miércoles en la calle San Francisco de Bilbao a A. B., un joven de 20 años acusado de un supuesto delito contra la salud pública. Los agentes le ocuparon dos tabletas de hachís, casi medio kilo de droga, que transportaba en una mochila, y otras sustancias. Entre ellas, se identificó una bolsa de cocaína -3,76 gramos- y otra de speed que contenía 0,40 gramos. La Guardia urbana también le requisó 240 euros.