Lanbide abrirá a finales de marzo dos oficinas en Miribilla y Txurdinaga que elevarán a seis los locales que tiene en funcionamiento en Bilbao. Es un paso más en el plan de ampliación de sedes -ahora hay un total de 39- del Servicio Vasco de Empleo, que ha asumido nuevas funciones. Además del pago de las prestaciones por desempleo y las políticas activas para quienes buscan un puesto de trabajo, desde diciembre se encarga de la gestión de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), una labor que antes realizaban los servicios sociales de los ayuntamientos.
En la actualidad hay cuatro oficinas en Bilbao situadas en Mazarredo, San Ignacio, Rekalde y Santuxu. La elección de los nuevos emplazamientos no es causal. Permitirá reforzar el servicio de estos dos últimos locales, que cubren un ámbito de población más amplio del que les corresponde. «Uno de los objetivos fundamentales es la atención personalizada y directa a los demandantes de empleo», destaca el director de recursos de Lanbide, Esteban Ruiz. También se vincula cada vez más la percepción de ayudas sociales a los planes de inserción laboral. Hacen falta todo tipo de esfuerzos para combatir una realidad tozuda. Según los datos de enero de 2012, ya hay 28.924 parados en la capital vizcaína.
Las oficinas que abrirán sus puertas el mes que viene atenderán a los barrios donde se concentran mayor número de perceptores de la renta de garantía: Otxarkoaga y Txurdinaga y Bilbao LaVieja, una zona a la que dará cobertura la sede de Miribilla. Los locales se ubican en el número 8 de la trasera de Julián Gayarre y el 4 de la plaza Saralegi. En cada uno de ellos se prestarán todos los servicios relativos a las políticas activas y pasivas de empleo: para los que lo buscan, inscripciones y renovaciones de la demanda (esto último se puede hacer al momento en la web lanbide.net), emisión de certificados, intermediación, orientación profesional, formación para el empleo y apoyo a los emprendedores, además de todo tipo de información sobre el mercado de trabajo. Para las empresas, registro y gestión de ofertas de empleo y asesoramiento e información sobre ayudas del Fondo Social Europeo, entre otras cuestiones. Al ganar cercanía «mejorarán los tiempos de atención y de espera», destaca Ruiz.
En Miribilla trabajarán 18 empleados de Lanbide y seis funcionarios del antiguo Inem, a los que se reservará un espacio para gestionar el pago de las prestaciones por desempleo. La superficie útil del local es de 220 metros cuadrados. El de Txurdinaga sigue un esquema similar aunque es de mayores dimensiones y estará atendido por veinte trabajadores de Lanbide y siete del antiguo Inem. En conjunto, el Gobierno vasco ha invertido 457.000 euros en las obras.