Uno de los puntos del texto que más controversia suscitó era el referido a la ética de los profesionales. Se espera de los trabajadores que, entre otras cosas, «se guíen por los principios de lealtad, que no acepten ningún trato de favor o que guarden secreto de las materias clasificadas». El concejal del PP Óscar Fernández Monroy criticó que, con esta declaración, «se pone en tela de juicio el buen hacer de los 49 funcionarios». El principal partido de la oposición entiende que es un documento «vergonzante y un insulto a los profesionales».
Alfonso Gil, por su parte, criticó que el área dirigida por Eduardo Maiz intente sacar este texto «’motu proprio’, sin ampararse en el paraguas del Consistorio». El portavoz socialista añadió que «con Cimubisa intentaron hacer lo mismo, pero si quieren hacerlo bien, deberían consensuarlo en el Ayuntamiento con todos los partidos políticos».
«¿Pero qué es la transparencia?» Aitziber Ibaibarriaga trasladó ayer esta pregunta al equipo de Maiz porque, según la concejala de Bildu, «no explican los instrumentos que llevarán a cabo» para garantizar esa claridad informativa. «El Gobierno municipal no ha concretado nada, lo que nos hace pensar que es más un acto de marketing político que otra cosa», zanjó la edil.