Viviendas Municipales también está trabajando en las lonjas que tiene dentro de su parque con objeto de captar actividad comercial y revitalizar las zonas de la villa que puedan estar más desiertas. Según explicó el concejal de Urbanismo, Ricardo Barkala, «se trata de trabajar activamente, para que demos salida a locales que ahora no tienen uso». En estos momentos, hay aproximadamente un millar de locales en Bilbao propiedad de Viviendas Municipales y son 200 los que se encuentran sin un uso y en los que el Ayuntamiento realizará trabajos para adecentarlos.

Los locales mencionados se encuentran fundamentalmente en Santutxu, Otxarkoaga y Deusto. La filosofía con la que se va a trabajar es la misma que ya se puso en practica en otra legislatura en Bilbao La Vieja y consiguió que más de 400 locales en estado ruinoso iniciaran una actividad y con ello contribuyeran a la rehabilitación de esta zona de la ciudad.

Ricardo Barkala cuenta ya con un estudio en el que se hace una valoración de los trabajos que será necesario hacer en estos locales así como el plan de trabajo tanto para realizarlos como para activar la búsqueda de personas interesadas en darles un uso.

en el Casco Viejo También en las Siete Calles se va a actuar con una filosofía parecida. El Plan Especial del Casco Viejo actuará en tres frentes. Por un lado, se rehabilitarán los edificios que precisen, se actuará en espacios de uso público como puede ser la Plaza Nueva o la plaza Unamuno y, finalmente, se pretende que Surbisa, en colaboración con Bilbao Ekintza, entre a trabajar en la rehabilitación de los comercios. Dentro del plan, una de las actuaciones que activará la vida del barrio será el rescate de alrededor de 80 lonjas comerciales que se encuentran vacías en estos momentos. El Ayuntamiento está dispuesto, con la colaboración de Surbisa, a promover ayudas que animen a la apertura de nuevos comercios en lonjas no ocupadas en la actualidad.

En el caso de las lonjas del Casco Viejo, la percepción de los interesados también es que los alquileres son caros. El propio gerente de los comerciantes del Casco Viejo ha admitido en más de una ocasión que uno de los mayores problemas que genera la presencia de locales vacíos es el precio de sus alquileres o venta. «La valoración que están haciendo los propietarios de sus lonjas es una propuesta bastante fuera de tono». Este es precisamente uno de los aspectos en los que se va a trabajar a nivel institucional. En estos momentos un local de 80 metros cuadrados, por ejemplo, en Carnicería Vieja, tiene un alquiler de 1.500 euros mensual, precio que se considera excesivo para la zona.

Otro de los aspectos sobre los que se va a trabajar en el futuro será en ver qué tipo de negocios y en qué lugares se pueden ubicar.

DEIA