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Egunkaria y el mito de Sísifo

 

 

Los dioses de la antigua Grecia habían condenado a Sísifo -in perpetum- a subir sin cesar una roca hasta la cima de una montaña desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Habían pensado, con algún fundamento, que no hay nada más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza. Todo el ser se dedicaba a no acabar nada. Era el precio a pagar por las pasiones de esta tierra. Algo, que por otra parte, consideraba el propio Camus era tan absurdo como el trabajo del obrero de hoy día. No obstante, al igual que diría Albert Camus, no hay destino que no se venza con el desprecio. Tal vez por eso crean desde la Audiencia Nacional, desde AVT/Dignidad y Justicia, desde el PP y el PSOE, que quienes trabajan a favor del euskara, y de la cultura vasca, realizan un trabajo inútil y sin esperanza. En definitiva, que es algo absurdo. Pero cuando prosigue el juicio por el caso Egunkaria, en un ataque directo, no ya solo contra la libertad de expresión, -uno de los derechos que tanto costó recuperar tras la dictadura del Franquismo y que toda democracia debe defender-, sino contra la cultura y contra el euskara, amparándose en cualquier patraña con el fin de lograr sus objetivos, es cuando uno es consciente que de absurdo no tiene nada. Porque quiere decir que el Egunkaria iba por el camino correcto. Al fomentar y promover la cultura vasca y el euskara, que cada vez se extendía mas y mas, cobraba tal fuerza, de una forma tan extraordinaria e ilusionante, que parecían imparables. Y eso, al parecer, era algo que desde los tribunales, desde ciertas asociaciones, desde los dos partidos políticos mayoritarios y desde el gobierno español, no podían consentir. Para ello intervenían con medios hábiles y a veces arteros para conseguir sus propios fines. Empero, absurda también es la actitud que han tenido el resto de medios de comunicación -tanto estatales como extranjeros- ante el cierre del diario Egunkaria. Lo que me lleva a cuestionarme si tal actitud del resto de medios obedece a ser proclives al miedo, ante la cada día más evidente involución de la libertad de expresión y de la pluralidad informativa o será de connivencia con el poder por otros intereses más espurios. Como absurdo tambien es el hecho en si, ya que el cierre de periódicos solo sucede en países bajo una dictadura. ¿Muchos nos preguntamos cómo es que la Unión Europea cierra los ojos ante las tropelías de uno de sus países miembros que permite el cierre de periódicos, que tolera la tortura de cinco de los trabajadores encausados en manos de la guardia civil, que enjuicia a personas que solo defienden su lengua y su cultura?… ¿otros muchos, en cambio, se cuestionan que conculcación de los derechos humanos será lo próximo que tengan que aguantar los ciudadanos por parte del gobierno y de sus tribunales? Y todavía hay más de un iluso que dice tener total confianza y respeto en la decisión de los jueces. Pero ¿que sucede cuando los jueces son los que transgreden la ley?, ¿quien juzgará a esos jueces?, ¿y quien a los políticos que auspiciaron todo esto? ¿y quien a los medios de comunicación que culpabilizaron a unos compañeros de profesión sin derecho a la presunción de inocencia? Tal vez se deba a que la democracia plena en esta parte de Europa no sea posible por la falta de madurez de sus masas. Al parecer treinta años de democracia siguen siendo pocos años para la mayoría de esta gente. Porque en este santo país el derecho vigente es la expresión de la voluntad del partido más fuerte, en cada momento y en su interés, sin responder a ningún principio moral. En definitiva, la justicia se torna en una ilusión. Algunos jueces y políticos con su actitud, parece que en poco o en nada han cambiado a pesar de los siglos transcurridos, ya que recuerdan al Calicles del Gorgias de Platón, personaje sin escrúpulos, que se movía por otros intereses que no eran precisamente los de impartir justicia. No será consecuencia de encontrarnos ante una sociedad enferma, decrepita, indigna e injusta? Porque lo que para unos, la democracia es la culminación de la justicia, para otros, no es mas que la mayor de las injusticias y vista la actitud de la Audiencia Nacional para con el caso Egunkaria, ha sido de injusticia. Los antiguos griegos, a veces, pueden parecer un tanto ingenuos si hacemos caso a lo que sostenía Solon, cuando decía que la injusticia solo puede ser mantenida por breve tiempo. Aquí, en cambio, sucede todo lo contrario, porque llevan ya demasiado tiempo ejerciéndola y menoscabando los derechos de los ciudadanos. Según Homero, Sísifo era el más sabio y prudente de los mortales. Según otra tradición, se inclinaba al oficio de bandido. Albert Camus en su obra el Mito de Sísifo, decía que no veía contradicción entre las dos posturas, ni yo tampoco, visto lo visto con la actitud de algunos.

  

 

Luis Bilbao Larrondo (Historiador)

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