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Las ayudas al automóvil, a debate

Gobierno, oposición, ayuntamientos y fabricantes de coches se enzarzan en un cruce de acusaciones

 

PUBLICO 

A tres meses de que los españoles acudan a las urnas para votar o botar a los políticos de sus municipios, la culpa de la contaminación que cubre las grandes ciudades no es de nadie. Gobierno, comunidades autónomas, ayuntamientos y fabricantes de vehículos se enzarzaron ayer en un cruce de declaraciones para escurrir el bulto. El primero en señalar con el dedo fue el alcalde de Madrid, el conservador Alberto Ruiz-Gallardón, que ha encontrado el culpable de la contaminación que sufren los madrileños: el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El regidor de la capital de España aseguró a la Cadena SER que «quien está estableciendo una política fiscal que favorece el vehículo contaminante es el Gobierno de España».

«Hay que pedir al Gobierno que explique por qué financia los vehículos diésel», espetó el edil, antes de asegurar que Madrid es «la ciudad que más ha mejorado el medio ambiente en los últimos diez años». El portavoz de Medio Ambiente del PP en el Congreso, Carlos Floriano, también cargó contra «el cinismo político» de la ministra Rosa Aguilar por «no asumir las responsabilidades que tiene como Gobierno y exigirla a otras administraciones». En un comunicado, Floriano criticó la ausencia de una Ley de Energías Renovables, la falta de una Ley de Movilidad Sostenible y «el tratamiento del impuesto de matriculación, que favorece claramente la adquisición de vehículos que elevan los niveles de contaminación de nuestras ciudades».

Los coches viejos

La acusación ha encendido a los fabricantes de automóviles. La patronal ANFAC intentó desmontar ayer la acusación del PP. En 2008, el Gobierno aprobó una reforma que exime del pago del impuesto de matriculación a los coches menos contaminantes, pero sólo se tuvo en cuenta al dióxido de carbono, el famoso CO2 responsable del calentamiento global. El Ejecutivo no consideró entonces los contaminantes tóxicos que salen del tubo de escape de los coches, sobre todo de los diésel, y que hoy emponzoñan el aire de Madrid y Barcelona debido a la falta de viento y de lluvias: las partículas en suspensión y el dióxido de nitrógeno. Como los coches de gasolina emiten más CO2, el resultado fue un incentivo fiscal para comprar diésel. Y el Impuesto Especial sobre los Hidrocarburos también favorece al gasóleo. Consecuencia: en 2010, el 70% de los vehículos comprados empleaba diésel y sólo el 30%, gasolina. Fuentes del Ministerio de Economía confirman que desincentivar fiscalmente la compra de coches más contaminantes respecto a las partículas y los óxidos de nitrógeno «no está sobre la mesa».

«El problema no es de estos coches nuevos, sino de los que ya estaban en las carreteras», opina un portavoz de ANFAC. «El 20% de los 22 millones de turismos que hay en España emiten el 80% de la contaminación», añade. La industria asegura que la instalación de filtros y la mejora de los motores, obligados por la UE, ha reducido la emisión de partículas y óxidos de nitrógeno más de un 98%. Sin embargo, los filtros sólo se empezaron a generalizar a partir de 2008. El atolladero está en los millones de viejos coches diésel que recorren las ciudades sin control. Un argumentario de la patronal parece redactado para rebatir a Ruiz-Gallardón: «El foco no hay que ponerlo en la industria del automóvil, sino en otros aspectos como la gestión del tráfico, las infraestructuras de las ciudades […]».

El regidor madrileño se ha escudado en el desempleo para esperar a que la lluvia se lleve la polución. «Tenemos muchos, miles de parados en nuestra ciudad y en nuestro país. Es el momento de que aquellos que dicen que se apliquen medidas radicales» contra la contaminación piensen «en cuántas personas perderían mañana su puesto de trabajo». La recomendación de dejar el coche en casa promovida por el Ayuntamiento de Madrid continuó ayer con un 0% de seguimiento.

La delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, aseguró ayer en la cadena Cope que la capital está «lejísimos» de una alerta por contaminación, según recogió Europa Press. A su juicio, «nunca se va a producir». El fiscal coordinador de Medio Ambiente, Antonio Vercher, acusó el 28 de enero al Ayuntamiento de «maquillar» la contaminación cambiando las estaciones de medición a zonas verdes. «La gente está deprimida por el paro. Eso asfixia más», concluyó Botella.

Prohibir el paso a los diésel

«El discurso de Gallardón es una milonga para esperar que venga el viento», resumió ayer el portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Segura. Su ONG reclama a los Ayuntamientos «medidas valientes» en los días de mayor contaminación, como prohibir el paso a los vehículos diésel o a los de más de diez años.

Ecologistas en Acción, sin embargo, no indulta al Gobierno central, que prometió una Ley de Movilidad Sostenible que hoy está bloqueada y lleva retraso a la hora de aprobar un Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire. Ayer, el Ministerio de Medio Ambiente anunció que ya tiene un borrador que pulirá en una reunión «muy pronto», en febrero, con los consejeros de las Comunidades Autónomas.

La ministra Rosa Aguilar se reúne hoy con el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Pedro Castro, para coordinar una respuesta contra la contaminación. Aguilar cargó ayer contra el Ayuntamiento de Barcelona, regido por el socialista Jordi Hereu, por anunciar la supresión de la reducción de la velocidad a 80 kilómetros por hora. La eliminación es «un paso atrás» que «agrava» la contaminación en Barcelona, según la ministra.

 

antenarik ez

GARA

 

Las emisiones radioeléctricas en Artxanda y Banderas son las más elevadas de Bilbo

El Consistorio bilbaino presentó ayer el mapa que registra las emisiones radioeléctricas de telefonía móvil, radio y televisión en la capital, en las que destacan los niveles de las antenas de los montes Artxanda y Banderas. Cerca de la primera instalación existe un parque infantil.

El Ayuntamiento de Bilbo presentó ayer el resultado de dos años de trabajo de un equipo de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la UPV-EHU para elaborar un mapa radioeléctrico, proyecto pionero en Euskal Herria. De 2009 a 2010, gracias al convenio de colaboración entre el Consistorio y la Fundación Euskoiker, se han localizado 186 emplazamientos con infraestructuras radioeléctricas en azoteas, tejados o torres en el monte, además de 1.133 antenas emisoras de los cuatro operadores con redes propias (Movistar, Yoigo, Orange y Vodafone).

La presentación del mapa se realizó ayer, a pesar de que, según desvelaron a GARA desde la Plataforma de Euskal Herria contra la Contaminación Electromagnética, el trabajo estaba finalizado para abril de 2010, «pendiente de introducir una aplicación tridimensional para colgarlo en la Red». Precisamente, el miércoles, la víspera de la rueda de prensa ofrecida por el Ayuntamiento, representantes de ese colectivo habían acudido a las dependencias municipales para instar a que hicieran público el documento.

En la comparecencia, Juan Antonio Romo, profesor del Departamento de Electrónica y Telecomunicaciones, informó de que se habían realizado mediciones de ambiente radioeléctrico en 1.325 puntos de la capital vizcaina, de los que en el 90% la intensidad del campo eléctrico había arrojado valores «muy por debajo de los mínimos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)». El coordinador del proyecto aseguró que en 1.190 de esas localizaciones «fue inferior a 3 voltios por metro, apenas un 10% del valor de referencia establecido por la OMS», que es de 28 voltios por metro (V/m).

El profesor universitario añadió que sólo al acercarse a la base de las antenas de telefonía movil se captó un aumento de la radiación emitida, hasta los 10 V/m, «valor -subrayó- que en ningún caso se aproxima al máximo permitido por la legislación española».

Por el contrario, los niveles más elevados se detectaron en las inmediaciones de las estaciones emisoras de radio de FM y de televisión, emplazadas en Artxanda, Banderas y Ganeta, montes que circundan Bilbo. «Se ha constatado -manifestó Romo- que las emisiones de televisión y radio, especialmente de FM, son superiores a las de los servicios de telefonía móvil, y que el nivel de estas señales se atenúa».

Ante estos datos, la delegada de Urbanismo y Medio Ambiente, la edil de EB Julia Madrazo, dijo que transmiten «tranquilidad» a los vecinos, que no ocultan su preocupación por estas infraestructuras cercanas a viviendas y centros educativos.

En cuanto a los niveles detectados en Banderas y Artxanda, comentó que en la primera ubicación se solicitará que se instale una valla protectora a más distancia. En el segundo, muy próximo a un parque infantil, están en conversaciones con el Área de Obras y Servicios, al objeto de valorar la posibilidad de trasladarlo de emplazamiento dentro de la misma zona verde.

Repetidas denuncias

A los vecinos no les han hecho falta las mediciones de la UPV-EHU, hace ya unos años que vienen denunciando las radiaciones de la antena de Artxanda, junto al parque público que acoge el mejor mirador para disfrutar de la vista de Bilbo y muy próximo a un recinto de juegos infantiles. En todo este tiempo, -la última denuncia pública fue hace dos años- el Ayuntamiento «no ha movido un dedo para corregir la situación, a pesar -precisan- de que hemos aportado mediciones técnicas realizadas por personal de la propia universidad».

Según aquellas emisiones de febrero de 2009, gracias a un medidor de campo de banda ancha, lograron captar una intensidad de 55 V/m.

Madrazo manifestó ayer que, a raíz de una sentencia del TSJPV de 2003 contra una ordenanza municipal, el Ayuntamiento no tiene competencias para establecer más límites a las operadoras de telecomunicaciones, circunscribiendo tan sólo a la licencia de obras. Desde la Plataforma lo negaron, incidiendo en que hay jurisprudencia que avala que los consistorios pueden profundizar.

txikitze / decrecimiento

La revolución del siglo XXI

GARA

«El decrecimiento es, a la vez, un proyecto ecologista y socialista»

 

Serge Latouche

Profesor Emérito de Economía de la Universidad de París-Sud

Este economista bretón es uno de los mayores precursores de la filosofía del decrecimiento y pasó por Bilbo para explicar  lo que a su juicio será «la revolución del siglo XXI», como señaló a GARA. Para él, producir por producir y consumir por consumir sólo genera «una mala vida, una destrucción del planeta y de las personas». Afirmó, sin ningún género de dudas, que esta respuesta para mejorar la calidad de vida es «un proyecto ecologista y socialista. Se puede hablar de ecosocialismo».

Serge Latouche es bretón y uno de los precursores del decrecimiento. Para él, Euskal Herria y Bretaña «tienen identidad» y, como dijo, entre ambos pueblos existen «uniones históricas y afectivas». Explicó en Bilbo la filosofía del decrecimiento, dentro de las jornadas «Ideando alternativas. Encuentros decrecimiento y buen vivir», organizadas, entre otros, por Mugarik Gabe, Ekologistak Martxan, Paz con Dignidad, REAS Euskadi y la UPV-EHU .

Entre otras muchas aportaciones que realizó en la entrevista, Latouche dijo considerarse «agnóstico de la religión del crecimiento por el crecimiento» y admitió que todavía queda mucho trabajo por extender esta filosofía, pero reconoció que «hay tiempo, aunque no hay que perderlo, porque la crisis económica actual permanecerá mucho tiempo entre nosotros», precisó el profesor de Economía.

¿Qué es el decrecimiento?

El decrecimiento es un eslogan que nació en 2001 para oponerse a lo que llaman desarrollo sostenible y que agrupaba a los mayores grupos empresariales mundiales en torno a un consejo de desarrollo sostenible que agrupaba a empresas como Total, Monsanto y, entre otras, a Nestlé. Había que utilizar un eslogan provocador para estar fuera de esa religión del crecimiento.

¿Religión?

Para ser riguroso habría que hablar de «acrecimiento», como se habla de ateísmo, con la `a’ privativa. Somos agnósticos de la religión del crecimiento, porque es evidente que, desde la aproximación al Club de Roma en 1992, el crecimiento avanza hacia la destrucción del planeta y los ecosistemas que permiten al hombre vivir.

¿El decrecimiento es revolucionario?

Espero que sea la revolución del siglo XXI.

¿Qué medidas directas contempla y desarrolla?

Es un proyecto global y revolucionario, por supuesto. La principal es el cambio radical de mentalidad ideológica de funcionamiento. Este cambio no se puede concretar de un día para otro, ni tampoco las medidas son las mismas en unos países que en otros. No se podría aplicar de la misma manera en Texas o en Chiapas, en África o en el País Vasco. Cada lugar deberá decidir las mismas. El objetivo es que la sociedad se autolimite para conseguir el bienestar de todos. Los franceses, por ejemplo, deberían reducir la huella ecológica por medio de la relocalización de actividades porque los mercados están mundializados y lo hemos convertido en un vasto supermercado. Es extremadamente destructor para el planeta. Todo lo consumimos y hay que darse cuenta que los productos hacen de media entre 5.000 a 6.000 kilómetros con lo que significa de consumo de petróleo y energía. El efecto es negativo y conlleva el aumento del paro, porque se destruyen miles de empleos. Por eso, la recolocación es muy importante, lo mismo que la disminución del sobreconsumo. Por ejemplo, entre el 30% y 40% de lo que compramos en los supermercados de prisa y corriendo va a la basura.

¿Supone un cambio de vida?

Efectivamente. Poner en marcha esta reorganización de nuestras vidas, la producción, el transporte y el consumo nos llevaría a un cambio en la forma de vida. Viviríamos mejor, no en una sociedad tan desigual como la actual en la que mucha gente vive mal, está estresada y se suicida, por ejemplo. El decrecimiento es un proyecto a la vez ecologista y socialista. Se puede hablar de ecosocialismo. Un proyecto que quiere reintroducir más democracia en la política y, a la vez, ser socialmente más igualitario.

Supongo que con la crisis económica actual, esa filosofía del decrecimiento ha tomado auge.

Se ha propagado el decrecimiento, pero al mismo tiempo se ha intensificado el proceso de los gobiernos por mantener el crecimiento por el crecimiento. Se habla poco del decrecimiento en el discurso político, y cuando se habla del mismo es para denunciarlo. Sólo dos de los diputados franceses apuestan por el decrecimiento. Los gobiernos y los ricos nos dicen que para salir de la pobreza tendrían que producir más. Sin embargo, los pobres son pobres porque los ricos consumen sus recursos. Es así.

¿Es obligado, entonces, el reparto de la riqueza?

Por supuesto. Se acusa al decrecimiento diciendo que va a crear desempleo, que vamos a producir menos, y se destruirán empleos. No es así. Es lo contrario. La primera medida a adoptar sería dar trabajo a todo el mundo. Hoy en día hay gente que trabaja demasiado, más de doce horas al día y, sin embargo, un 20% de la población no puede, aunque le gustaría hacerlo. Esta sociedad de consumo genera paro. Es necesario compartir el trabajo. Trabajar menos para trabajar todos, contrariamente a lo que dice Nicolas Sarkozy, presidente de la República francesa.

¿Con sueldos menores?

No. Cuando trabajas más, ganas menos, como se ha verificado en Francia. Lo normal, es conforme a la lógica económica -la más estricta- si se trabaja más, aumenta la oferta y como la demanda siempre es insuficiente, disminuye el precio. Incluso los economistas más tradicionales denunciarían este escándalo. Por lo tanto, defiendo trabajar menos para ganar más; trabajar menos para trabajar todos; y, sobre todo, para vivir mejor. Porque el trabajo no es la parte de la vida donde más se disfruta. Cuando se es cajera en un supermercado no es realmente enriquecedor. Así, si se trabaja menos, habrá más tiempo para poder cultivarse, ocuparse de la vida, de los amigos, pasear, meditar, soñar… incluso rezar, si se es creyente. Se consumirá menos, y se consumirá mejor. En lugar de ir a un supermercado a consumir frenéticamente lo primero que pillas, tendremos el tiempo de hacer una buena elección, comprobar los buenos productos, tomarnos nuestro tiempo si en la etiqueta figura que están registrados los organismos modificados biológicamente, si está producido en China, o si está producido a nivel local.

A su juicio, ¿por qué los gobiernos apoyan siempre a los poderosos?

Precisamente son los banqueros y financieros los que eligen a los gobernantes actualmente. Para ser senador o diputado en Estados Unidos hay que ser millonario; en Francia, también. De esta forma son los poderes financieros y económicos los que eligen a los gobiernos. Incluso cuando un gobierno ha sido elegido democráticamente, como en Grecia, los mercados financieros imponen su política.

Entonces, ¿cree que queda mucho por hacer en este camino del decrecimiento?

Sin duda. Quedan muchas cosas por hacer. Todavía este proceso está germinando, pero, a la vez, reconozco que nos van a ayudar los acontecimientos.

¿A qué se refiere?

Porque nos encontramos en una fase de la crisis que creo que sólo es el principio. Es una crisis que va a ser muy larga y muy fuerte. En mi opinión, sólo habrá dos formas de salir de ella: llevando a la práctica el decrecimiento en una sociedad más respetuosa con el medio ambiente y las personas o, por el contrario, a la barbarie.

«Elevar la edad de la jubilación es justo lo contrario de lo que habría que hacer»

¿Qué opina del aumento de la edad de jubilación, que en el Estado francés llevó a protestas y huelgas, y  que en el Estado español ha contado con sindicatos, empresarios y gobiernos, salvo en Hego Euskal Herria  donde se produjo una huelga general?

Es absurdo.  Es justamente lo contrario de lo que habría que hacer. Afortunadamente un gobernante, como el presidente de Bolivia, Evo Morales,  parece que lo ha comprendido y ha rebajado la edad de jubilación. En el momento en que Francia se alargó la vida laboral, en Bolivia la redujeron a menos de 60 años, sobre 55 años. Esa es la buena vía. Es esencial. Creo que se debería permitir dejar progresivamente  el trabajo, sobre todo en algunos más penosos a los 50 años, y de profesor de la Universidad , como es mi caso, se tendría que trabajar como mucho hasta los 65 años. Lo que han hecho los gobiernos en estos dos casos más recientes, el francés y el español, es atender a las recomendaciones del poder económico, como decía antes.¿ La Europa Social , que fue contrapuesta al modelo de Estados Unidos, se está desintegrando?

 

No creo que se mantenga la Europa Social por mucho tiempo. Lleva camino de refundar una nueva Europa que no favorecerá a las personas, al medioambiente, a la agricultura, etc. Apuesto por una Europa que cuente precisamente con calidad de vida para todos, pero no la que está en la actualidad que es la Europa del mercado, de la estupidez. La Europa actual es un proyecto destructor, porque todos los países compiten, se ha puesto el carro antes que el caballo. Primero, a mi juicio, habría que construir una Europa política y social, antes que construir una Europa económica.

¿A qué se refiere?

A que se debería consolidar el aspecto social, porque el actual sistema de competencia entre los estados-nación lo que está haciendo es disminuir los derechos sociales, medioambientales y culturales. Se avanza sí, bajo la ley del mercado, ya no hay regulación, sólo mercado. De esta manera, la economía nos lleva a un estado catastrófico. Está en nuestras manos cambiar esta situación a la que nos han abocado.

 

kontsumitzaile eta turistak / consumidores y turistas

Las molestias del turista

Hay algo de irritante en el enfado o la indiferencia que muestran los turistas sorprendidos por acontecimientos históricos y catástrofes naturales. Regresan a sus casas y siempre hay en el aeropuerto un periodista dispuesto a preguntar. Es difícil oír una voz que se implique de manera solidaria o política en lo sucedido. Las condiciones sociales de los países visitados no entran en su manual de viaje. Se quejan de las molestias provocadas en sus vacaciones, del trato recibido en el hotel, de la falta de cuidados de la Embajada, de las dificultades para salir huyendo, del dinero que las agencias deben devolverles porque en sus cámaras no está la fotografía deseada delante de las Pirámides o de las aguas del Nilo.

Comprendo las razones del miedo en una situación imprevista. Pero me irrita la falta de curiosidad y una lógica, ya casi natural, de no implicación en los sucesos históricos. La imagen del turista ha servido en algunas ocasiones para definir la condición del sujeto contemporáneo. El individuo que mira las cosas desde fuera, sin compromiso personal, dejándose resbalar sobre un tiempo líquido y con una existencia marcada por la movilidad, sin verdaderos arraigos en un mundo propio, casa a la perfección con el cliente típico de los viajes guiados, dispuesto a disfrutar de un Haití sin terremotos o de un Túnez sin revueltas cívicas. Lo más grave es que si nos tomamos en serio este paralelismo, si interpretamos de verdad la indignación del matrimonio joven que protesta en el aeropuerto de Madrid porque los gases lacrimógenos llegaron a entrar por la ventana de su hotel en El Cairo, sentimos que la condición del turista se aplica también a nuestros comportamientos en las naciones y las democracias propias. Más que extranjeros sorprendidos, somos turistas domésticos.

Las protestas del turista se relacionan con los derechos del consumidor. Responden a la lógica de que el cliente siempre tiene razón y a la prepotencia del usted no sabe con quién está hablando. No es extraño que la megafonía interior de nuestros trenes ya no se dirija a los señores viajeros, sino a los señores clientes. Si se mete por medio el orgullo del poder adquisitivo, los altercados propios de un mundo herido y ajeno suponen molestias que deben mirarse por encima del hombro. Porque hemos cambiado los derechos cívicos por los del consumidor. Conforme van deteriorándose nuestros derechos laborales y recortamos las inversiones en los servicios públicos o en los amparos solidarios, se consolida la exigencia del consumidor. Todos somos pequeños banqueros muy conscientes del respeto que se debe a nuestro dinero. Es el respeto que falta para la condición humana y para los derechos cívicos.

Como habitantes de un país, debemos limitarnos a cumplir con “nuestros deberes”. La frase es malintencionada y exacta porque nos convierte en niños, sin más horizonte que el de aprobar las asignaturas fijadas por los mayores, es decir, los mercados financieros. Terminado el tiempo escolar, se nos dan las vacaciones y ejercemos nuestros derechos en hermosos y programados viajes turísticos. Nos indignamos entonces al llevarnos una sorpresa. La condición turística hace que visitemos muchas partes del mundo como si fuesen parques temáticos a nuestro servicio. Por eso lo sucedido en Túnez y en El Cairo ha pillado a los gobiernos de Europa y Estados Unidos tan a contrapié como a sus electores turistas. Allí donde menos lo esperaban hizo acto de presencia algo que estaba desapareciendo en las plazas del Occidente: la ciudadanía, la pasión y el riesgo democrático. Resulta que estos países no son parques temáticos, ni pozos de terroristas que necesitan un dictador bondadoso para contener su irresistible voluntad de matar. Su ciudadanía ha salido a la calle para exigir reformas democráticas y una economía menos miserable y más digna que la santificada para ellos por el
Fondo Monetario Internacional.

Una edición reciente de las Cartas luteranas (editorial Trotta) de Pasolini me ha recordado su combativo desprecio por las personas “demasiado conscientes de sus derechos”. Criticaba la deriva capitalista en la Italia de los años setenta. Los verdaderos derechos cívicos eran sustituidos por las exigencias del consumidor. Esas exigencias me hacen irritantes las declaraciones de algunos turistas al regreso de sus encuentros con una historia civil.

PUBLICO

langabezia / el paro

En Otxarkoaga sufrimos especialmente el  problema del paro.

Siempre nos toda pagar las crisis a los trabajadores.

Y, como en Otxarkoaga solo nos quedamos los currantes…

El gobierno no se aclara y la oposición tampoco, mientras, nosotros pagamos el pato…

NOTICIA EN PUBLICO

«¿Medidas para crear empleo?

Lo he escrito aquí y no entiendo mi letra»

Mariano Rajoy protagoniza otro de sus habituales despistes durante una entrevista con Pedro J. Ramírez en Veo7

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=NfZMVAvrWJE[/youtube]

Una espectadora del programa La vuelta al Mundo, de Veo7, le preguntó a Rajoy por el paro juvenil y por las medidas que pensaba adoptar para ayudar a los jóvenes emprendedores. A medida que le iban preguntando, el presidente del PP iba haciendo anotaciones en un papel.

Cuando llegó el momento de responder, Rajoy se quedó mudo y empezó a balbucear: «Vamos a ver, eeeh, uuum…» mientras escrutaba cada vez con mayor interés el papel. Tras siete segundos y viendo que el líder del PP no lograba reaccionar, intervino Pedro J. Ramírez: «Vamos a ver si es capaz de responder en un minuto».

Rajoy no tuvo más remedio que reconocer lo evidente: «¿Medidas para crear empleo? Bueno, la verdad es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra«.

Otros despistes llamativos

No es la primera vez que el jefe del PP protagoniza sonoros despistes en lo últimos meses. A principios de noviembre, en Barcelona, se subió al coche oficial del dirigente socialista Jorge Alarte pensando que era el suyo. En verano rodó un vídeo en un coche en marcha y se olvidó ponerse el cinturón, lo que también generó cierta polémica.

El último lo protagonizó en Bruselas cuando confundió el nombre de la candidata del PP en Asturias: la llamó Isabel Fernández-Espinosa cuando en realidad se llama Isabel Pérez-Espinosa.

El Club de Amigos de Egunkaria

El club de amigos de Egunkaria

El paso del tiempo proporciona la calma suficiente como para trazar opiniones más objetivas que en el calor del momento, cuando se conoció la sentencia exculpatoria de los cinco trabajadores de Egunkaria. Ahora oígo algo muy desagradable, a los socialistas vascos y a su lehendakari y demás miembros del Gobierno Vasco, que ellos siempre han estado con el euskera, que siempre apoyaron Egunkaria. Creo que ha llegado el momento de ponerles en su sitio, porque hay gente que sufre lapsos de memoria, sobre todo entre la clase política.

Si hay a un sector al que hay que criticar en todo este asunto es al de los medios de comunicación. Fue vergonzosa la actitud de muchos de estos medios no solo desde las detenciones, ni durante el proceso sino una vez conocida la sentencia absolutoria. Es preciso cuantificar el grado de culpa que tuvieron en todo esto. Porque nada más conocerse las detenciones, el escarnio desde los periódicos de Madrid, fue tremendo, solo hay que remitirse simplemente a las hemerotecas y ver los titulares de la prensa tras las detenciones. Pero mayor lo fue desde casa porque solo hay que recordar la cruel agresión llevada a cabo por el Correo Español/El Pueblo Vasco contra los trabajadores de Egunkaria a los que ni siquiera se les dio una mínima oportunidad, ni una presunción de inocencia sino todo lo contrario.

Solo quiero recordar algunas de las perlas de algunos de sus articulistas todos socialistas como Kepa Aulestia, que desde las páginas del entonces todavía El Correo Español/El Pueblo Vasco, sostenía que había que criticarles a los encausados de Egunkaria por haber dejado y fomentado a que su causa se presentase como un proceso general contra el euskara y contra la libertad de expresión, porque ponían en duda la libertad de expresión, lo del euskara, decia Aulestia, no tenia pase. Es más, decía que todo lo que había hecho Egunkaria a favor del euskara no era una actividad épica sino que buscaba hacer enemigos a quienes no fueran a la manifestación a favor de los encausados y en contra del cierre de Egunkaria. Y aseveraba que mayor estropicio que el juicio era que el estado de derecho, según argumentaron los encausados, fuera contra el euskara y que esa lengua solo podía defenderse de una manera.

Otros como Imanol Zubero, senador del PSE, sostenían que eran culpables aunque no imputables judicialmente. Para ser justos, decía, deberían de haberse situado con claridad junto a las victimas del terrorismo y no lo han hecho.

Joseba Arregui, por otro lado, decía si era preciso preguntarse si afirmar que era licito compartir los fines de ETA no contribuía a que ETA creyese que contaba con legitimidad en su lucha aunque fuera una legitimación indirecta, acaso proclamar que se compartían los mismos fines que ETA no tiene sus consecuencias? Arregui añadía que quien defiende la independencia defiende los mismos argumentos de ETA (una cultura euskaldun y el euskara) argumentos recordemos en los que se ha basado la Guardia Civil, Dignidad y Justica, la AVT y la audiencia nacional para inculpar a los imputados del caso Egunkaria.

Francisco Llera, arremetía contra Egunkaria, porque según el muchos tendríamos mucho que decir y protestar, lo ponía al nivel de Egin u otros diarios nacionalistas y afirmaba que ETA había manejado el Egunkaria, era de todos conocida esa realidad. La tachaba de red terrorista y mallas subculturales.

Recordemos tambien las palabras de Paulino Luesma delegado del gobierno socialista cuando acusaba al Egunkaria que se le había apropiado ETA o Iñaki Ezquerra desde el Correo Español se burlaba de los imputados por denunciar que habían sido torturados. Por cierto toda esta campaña venía orquestada desde el Correo Español/El Pueblo Vasco algunos de los mismos que hoy están al frente de EITB. Y estos tan solo son algunas de las muchas voces que se alzaron contra el Egunkaria desde este y otros medios.

Todos seguían las directrices del trolero del juez Del Olmo quien sostenía que ETA intervino en la creación, designación de directivos y organización del diario. Se ha comprobado que eran una sarta de mentiras. Pero y ahora que, la difusión de mentiras, el acusar sin pruebas y el hacer ese escarnio no tiene sus consecuencias? han transcurrido siete años desde que se cerró un medio de comunicación, los encausados sufrieron cárcel, torturas, sufrimiento, incertidumbre y ahora qué. El cierre de un periódico es un ataque contra la libertad de expresión pero detrás estaba un intento más por destruir la cultura euskaldun basado en una gran mentira. Que hay que hacer ahora con este juez, con dignidad y justicia y la AVT, con el entonces ministro de Justicia, con el Partido Popular, su gran instigador y el PSE-PSOE por su instigación y connivencia?

En cuantas ocasiones cuando desde el parlamento el Gobierno Vasco que estaba compuesto entonces por el tripartito (PNV, EA e IU) insto a excarcelar a Iñaki Uria que llevaba año y medio en chirona votaron siempre en contra PP, PSE-PSOE y UA. Es entonces cuando hay que preguntarle a Pastor ¿qué es lo que ha cambiado desde entonces para dar ese viraje repentino una vez conocida la sentencia exculpatoria?.

Isabel Celaa expresaba su preocupación en el 2004 tras catorce meses después del cierre que todavía no se hubiese levantado el secreto del sumario y seis años después todavía mantenía su preocupación, pero nada más allá. No hubo ningún apoyo explicito a Egunkaria ni una condena expresa contra la situación de los encausados. Las mismas palabras de Patxi López y el resto de los principales dirigentes de su partido. Con una actitud, no cobarde, que también, sino de acusación de culpabilidad a los encausados. Si exceptuamos a Odon Elorza y pocos más.

Es más, este grupo de gentes pertenecientes al PSE-PSOE, pusieron no solo en duda sino que las calificaron de falsas las denuncias y el calvario de los imputados cuando denunciaron haber sido torturados por la guardia civil. Amnistía Internacional por el contrario denunciaba el nulo interés del gobierno español por investigar las evidentes torturas a los detenidos.

El PP fue el claro impulsor de este cierre y del juicio, en un intento de querer imputar como terroristas a todos aquellos que defienden lo que defiende ETA, pero apoyados, jaleados y en plena confabulación con el PSE-PSOE.

En la última gran manifestación a favor de Egunkaria, Mendia y Basagoiti criticaban al unisono al resto de partidos por haber estado en la manifestación a favor de Egunkaria. Ellos en cambio, nunca estuvieron ni tuvieron nunca intención de estar.

Para mí siempre han sido muy importantes las formas ya que la actitud dice mucho de las personas. Desde el diario El Correo Español la campaña contra el Egunkaria fue atroz cuando hablaban de entramado batasuno, y negaban que fuera un ataque contra el euskara y contra la cultura vasca. Palabras vacías de quienes siempre se han caracterizado por combatir bajo un disfraz, para atacar al nacionalismo y todo aquello que lo represente. El euskara y la cultura euskaldun, por mucho que digan que es de todos, sí, lo es, pero con una leve y a la vez gran diferencia, que unos lo cuidan muy mucho y otros son más que dejados yo diría que abandonados y que no creen en sus propias palabras, no creen en el euskara, ni en la cultura euskaldun. Luego, sostienen fomentar el euskara con alguna promesa, algún articulillo y algún conocido lacayo que les hace el caldo gordo. Recordemos que el Correo, tal y como lo expresó uno de sus fundadores de apellido Ybarra, nació para defender a la monarquía pero esencialmente para combatir el nacionalismo vasco, sea del signo que sea y por mucho que se empeñen algunos que se tapan los ojos o miran para otro lado, en última instancia al euskara también. Cuando acabe ETA empezarán a atacar el nacionalismo en todas sus expresiones. Y cuando hayan acabado con la ideología empezarán con la cultura y el euskara hasta dejarlo en la menor de sus expresiones, en algo residual, caricaturesco, objeto de sorna, ya que como dicen muchas de esas gentes que se autodenominan cosmopolitas y de izquierdas, no es una lengua culta sino que es propia de aldeanos, de gentes ancladas en el pasado, ellos que dicen ser tan modernos y son tan hipócritas y falsos. Una vez conseguido esto, dirán los socialistas, objetivo conseguido, ya somos todos iguales. El PSE es el mejor instrumento que jamás hubiese creído Franco en vida que tanto trabajo iba a hacer por la causa españolista ya que conseguirá lo que el no pudo.

Una vez conocida la sentencia leí acojonado desde el Correo Español que poco menos que Pastor y Ares fueron desde el principio los grandes defensores de Egunkaria. Menuda patraña, que la gente lea y compare lo que dijeron en prensa en el 2003 y en años sucesivos, y dirán menuda diarrea mental la de los partidos españolistas y la del Correo Español no digamos. Solo me queda por decirles a los políticos socialistas: una vez visto los cojones, macho.

Ideyashu

Franco living Bilbao

Franco living Bilbao

Todos los alcaldes de la villa de Bilbao durante la dictadura de Franco, desde Areilza hasta Berasategui, hicieron votos de fidelidad al caudillo, con alusiones continuas a José Antonio Primo de Rivera y su idea de la unidad de destino universal. Llegaban a sostener dichos alcaldes en sus alocuciones que consiguieron acabar para siempre con los separatistas y sangrientos aldeanos, y con los rojos, que tantas vidas preciosas segaron en flor. Seguidamente agradecían a Franco el que hubieran vuelto los crucifijos a las escuelas, la religión y la paz, terminando con la persecución que habían sufrido. A su vez se auto defendían de aquella losa demasiado pesada de haberse levantado en armas contra el orden constitucional, exponiendo que fue por una situación de desgobierno y arbitrariedad culpa de la República. Cómo no, fue gracias a Franco que de toda esa situación se recuperara España. Lo que no entiendo es de qué se tenía que recuperar y cómo se puede legitimar un golpe de estado contra la democracia. Hace años que ya no se escuchan esos votos de fidelidad al dictador pero los políticos vascos tras algo más de 35 años siguen sin ser capaces de cumplir con la ley, en este caso la de memoria histórica, no solo me refiero a la jurídica sino a la de reparación moral. La ley de memoria histórica desde que fue aprobada por el parlamento han pasado ya unos cuantos años y sigue sin cumplirse por los políticos. En esa ley sostienen que las administraciones públicas deben tomar las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos y menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar de la guerra civil o de la represión de la dictadura. No obstante, no serían de aplicación cuando las menciones fuesen de estricto recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados o cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico religiosas protegidas por la ley. El problema es quien dirime si se cumplen esas razones y si es verdad que se cumplen. Cuando todos sabemos que para los políticos pocas veces en unas obras concurren razones artísticas pero para muchas otras, incluso de mayor categoría, no, y que acaban derruyendo con extrema facilidad.

En Bilbao siguen existiendo símbolos y calles con nombres de franquistas que legitiman como algo bueno aquel régimen, porque el que perdure al menos es lo que da a entender. Tanto el escudo del edificio de Hacienda como el de la sede de Correos de Bilbao son un claro ejemplo de ello pero hay muchas más como placas o frases de exaltación del Régimen y de sus muertos. Además está la calle de Rafael Sánchez Mazas, por cierto, consejero de Jose Antonio Primo de Rivera, ideólogo y propagandista de la Falange. Entre sus obras está el haber compuesto numerosos textos, en prosa y poesía exaltando el nuevo régimen y la victoria del Franquismo. Además de participar en la letra del Cara al Sol. Fue además Ministro sin cartera de Franco entre otros cargos. Creo que en este caso se cumple de sobra el apartado de la ley que se refiere a la eliminación de las placas conmemorativas de exaltación de la sublevación militar y de la represión de la dictadura, porque su nombre y obra es sinónimo de dictadura como ideólogo del Régimen que fue.

Hay quienes se escudan al decir que el destruir estos escudos choca con la ley de propiedad intelectual y derechos morales de los autores por ser un concepto jurídico indeterminado al concurrir circunstancias artísticas. Pero quién dice que lo es? un juez de lo mercantil que dictaminó en su momento que un edificio o estructura construida aunque sea franquista es de propiedad intelectual?. Pero habría que decirle a ese juez que por encima de esa propiedad intelectual, es decir, por encima de los derechos de un arquitecto colaborador de un régimen dictatorial están los derechos de las víctimas del régimen y sus descendientes, un derecho moral superior a cualquier otro. Habría que decirles a esos jueces que si sería en Alemania y fuese un escudo de exaltación del régimen nazi nada de esto sucedería. Si fuese una obra de los arquitectos que trabajaron para Hitler, como Speer, Troost, Giesler, o Sagebiel seguramente ese o cualquier otro juez no dictaminaría, por justicia y por vergüenza, que se trata de un conjunto artístico o a favor de los derechos morales que le asisten al autor o a sus descendientes. Si la calle en vez del nombre de Sánchez Mazas llevase el de ideólogos nazis como Rosenberg, Himmler, Darre, Eckart, Frank, Streiche o Hess, nadie se opondría a su retirada ni siquiera el alcalde de dicha ciudad. Por una sencilla razón, por conciencia, si es que la tienen y si no la tuvieran por la controversia que se levantaría ya que sus nombres quedarían unidos para siempre como defensores del nazismo y al de aquellos genocidas. Puede existir una diferencia en lo cuantitativo por los muertos y atrocidades entre un régimen y el otro, pero en lo cualitativo, es el mismo caso. Entonces porqué se buscan excusas, para no cumplir con una ley moral que está por encima de la de los hombres.

Pero es que además que quienes no están por la labor de la eliminación de esa simbología sean miembros de partidos que sufrieron la represión y el castigo tan duramente, me lleva a cuestionarme que pensaran todos los gudaris muertos en la guerra, que pensarán sus descendientes, que pensarán los pocos que aún están vivos al ver que su lucha ha quedado en manos de gentes de sus propios partidos, que les insultan constantemente, porque es un insulto que permanezcan esos símbolos y esas calles, que no les respetan en sus profundas ideologías, sus sentimientos, su lucha en defensa de la democracia, por todo lo que perdieron amigos, mujeres, maridos, padres, madres, hijos e hijas… y por todos aquellos años dilapidados defendiendo la ley, la justicia y a un gobierno legítimo elegido por las urnas. Cuantos de sus votantes se preguntarán porque sus representantes no hacen nada al respecto. Me preocupa que mucha gente no se cuestione nada de esto, porque entonces significaría que la sociedad ha perdido nuevamente, ya que supone que no saben discernir entre el bien y el mal, y fomentan el olvido de esas víctimas y de quienes fueron sus verdugos, porque si no somos capaces de reparar algo que nos afecta tanto, por todo el dolor que ha causado y sigue haciéndolo, mientras no se repare, no se cerraran dichas heridas.

Ahora va el alcalde de Bilbao y pretende hacer a El Correo Español/El Pueblo Vasco o El Correo, bilbaíno de honor, periódico con una oscura historia contra la democracia, sus dueños conspiraron y se sublevaron contra el gobierno y dirigieron la represión contra los vencidos. Detrás de la historia de este periódico está el haber sido un instrumento al servicio del franquismo, sus dueños reconocidos falangistas además de dirigentes políticos eran financieros e industriales, por lo que controlaban el ámbito privado y público bilbaíno para su propio beneficio. Están detrás de todos los desastres urbanísticos que sufrió Bilbao, culpables de la contaminación de la villa con sus fábricas, culpables de

que cuando se constituyó uno de sus fundadores sostuvo que lo hizo para defender la monarquía y luchar contra el nacionalismo. Nada ha cambiado. Excepto que ahora va un alcalde nacionalista traicionando a su propia ideología, a sus compañeros de partido, a sus partidarios y votantes y pretende nombrarles bilbaínos de honor. ¿Qué dirían en este caso todos los que lucharon contra el franquismo en todas sus expresiones? ¿y los de su propio partido?

Ideyashu

jesus galindez

 

OTXARKOAGA.COM publica esta foto de EL CORREO.
Mas alla de todo lo que se ha dicho sobre la solución dada a estos taludes, nosotros siempre dijimos que lo problemato aqui iba a ser el mantenimiento. Hasta ahora no lo habian hecho mal, pero…

Cortan el césped, pero hasta la mitad

Será por la crisis, pero de un tiempo a esta parte, en la Avenida Jesús Galíndez de Bilbao el corte de la hierba sólo se hace hasta la mitad. El resto coge una altura de casi un metro y eso, para un paseo así, queda muy feo.

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