Un soplo de aire fresco
Han dado comienzo desde el pasado Lunes día 9 de Mayo a las 7,30h una serie de conferencias que a lo largo de un mes, todos los Lunes hasta el día 30 de Mayo inclusive, diferentes reputados pensadores, desde la biblioteca de Bidebarrieta, nos transmitirán su idea sobre la Utopía, políticas del deseo, poéticas del futuro (perfecto).
Otro soplo de aire fresco que viene a des-viciar una atmosfera a veces demasiado pesada, anquilosada, a veces irrespirable, otras, en cambio, enrarecida, por lo que se agradece doblemente este tipo de propuestas. Otro acierto más de uno de nuestros más agudos pensadores, su organizador el profesor de Filosofía Política, Patxi Lanceros.
Este pasado Lunes el invitado fue el Catedrático de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, D. Fernando Vallespin. Le seguirán hoy día 16 de Mayo el catedrático en Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, D. Félix Duque, con la ponencia “Manchas de utopía”. El día 23 de Mayo será el turno de D. Pedro Azara Doctor arquitecto y profesor de estética en la ETSAB, con la ponencia “La ciudad de los orígenes”, y para finalizar D. Rafael Argullol escritor, filosofo, poeta, profesor de estética de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona con su disertación titulada “La utopía literaria”.
El profesor Vallespin desgranó en su ponencia, perfectamente, en un repaso histórico, la Utopía, y expuso su tesis de que vivimos en tiempos de post utopía porque hemos dejado de creer. Nunca hemos dejado de creer a lo largo de la historia hasta estos momentos, porque el futuro no lo vemos como un lugar de reconciliación, y es que el estado de bienestar está en peligro, aunado a la incertidumbre que crean otros peligros como el calentamiento global, las consecuencias del control sobre el genoma humano… Otra idea que planteó es que la tarea del presente es un mecanismo de defensa frente a un futuro indeseable. Las generaciones que vienen lo son pero sin posibilidades de futuro. Dejamos de creer en la perfectibilidad del ser humano. Tampoco creemos en la capacidad de la política para cambiar este futuro, esa realidad. Uno de los asistentes le lanzó la terrible pregunta al profesor Vallespin sobre cómo vamos a creer en la política si están nuestros estados en manos del mercado dominado no por gobiernos y si por multinacionales. A pesar de que creamos tener ese control no es del todo acertada tal percepción. Algo con lo que él estaba de acuerdo. Añadía que nos dedicamos a reorganizar lo que tenemos, no atacamos. Quizás también puede deberse a que hemos accedido a la utopía y no hemos sido conscientes de ello, en la sociedad actual de occidente, del primer mundo, países como Suecia con tanto tiempo libre, tiempo de ocio, satisfacción, libertad, autogobierno…no es esta lo que era la utopía de nuestros antepasados?. Hoy ya no se trata de mejorar sino de mantener lo que ya tenemos y la terrible certeza de que acaso es que el ser humano no da más de sí. Hoy está en cuestión la supervivencia del mundo, los centros comerciales son las iglesias que antaño dominaban las ciudades, el atroz dominio del consumo, de las marcas comerciales. Puso el dedo en la llaga, sobre nuestra sociedad del entretenimiento dado que es una sociedad que no se fija, que no piensa, que anula el pensamiento, está todo previsto, todo es certidumbre, es lo que algún autor ha denominado un mundo en fuga.
Un buen orador es aquel que sabe llegar a todo el mundo y el profesor Vallespin lo hizo a la perfección. Lo que no es de recibo es que se planteen este tipo de propuestas desde el ayuntamiento de Bilbao y la Diputación Foral de tanto interés y no tengan una mayor resonancia social, todo ello en un marco incomparable como es la biblioteca de Bidebarrieta y como sostuvo el profesor Lanceros hemos venido a haceros pensar y de eso se trata de hacer pensar. Lo cual servía de acicate ante algunas de las exposiciones que hizo el profesor Vallespin cuando expuso acertadamente que vivimos en la sociedad del entretenimiento, una sociedad que anula el pensamiento y esta serie de conferencias es una gran oportunidad para contrarrestar a esta sociedad y hacernos pensar.
Hubo también lugar para la polémica cuando una persona desde el público en primer lugar le faltó al respeto al profesor Vallespin al interrumpirle en su alocución y por ende también se lo faltó a los organizadores, el profesor Lanceros, y al resto de público asistente. Cuando le tocó el turno de la palabra tras la conferencia no sabía expresar lo que quería decir, demasiado nervioso y ansioso como si tuviera en su poder un conocimiento, algo que los demás desconocíamos. Pero tal y como sostenía uno de mis profesores en la Universidad si usted no sabe expresarlo, es que no sabe, y esta persona no sabía. La palabra es mía, parecía sostener y el tiempo también, cuando es un bien tan preciado por lo limitado que es, dada la cantidad de gente que también quiso tomar parte en la exposición de preguntas al ponente. Es una anécdota más que no pasa de la anécdota.
Cualquiera que desee pensar, que desee salir de este mundo del entretenimiento en el que vivimos, tiene todavía tres magnificas oportunidades de hacerlo acercándose a la biblioteca de Bidebarrieta los siguientes Lunes, recuerden a las 7,30h. Yo que ustedes, no me perdería una oportunidad como esta.
Luis Bilbao Larrondo (Historiador)