La diputada de Transportes, Itziar Garamendi, aseguró ayer que su equipo «ha trabajado, trabaja y trabajará» en la implementación de medidas de seguridad que faciliten el tránsito por el alto de Santo Domingo. En todo caso, la responsable foral mantuvo durante una comparecencia en las Juntas Generales que la carretera «no es uno de los mayores puntos negros de Bizkaia» y rechazó las críticas que les acusan de inacción. «Decir que no hemos hecho nada es excesivo», advirtió Garamendi, quien juzgó «discutible» la sentencia que ha obligado a la Diputación a indemnizar a una conductora accidentada en la vía al considerar que el área no estaba bien señalizada.

«Es imposible que un coche patine a sesenta kilómetros por hora -límite al que se puede circular por el tramo de Santo Domingo donde sucedió el siniestro- aunque el firme estuviera mal…, que no lo estaba», indicó la responsable de Transportes. Pese a que la zona está catalogada como ‘Tramo de Concentración de Accidentes’ (TCA)-ha registrado más de 600 en diez años-, Garamendi justificó la ausencia de señalítica advirtiendo que «en Euskadi y en Europa las definiciones de este tipo de zonas son diferentes. No se señalizó porque no es uno de los TCA más relevantes», zanjó. Garamendi tuvo que dar explicaciones en la comisión de Transportes de la Cámara vizcaína tras ser citada para que compareciera después de que EL CORREO desvelara hace algunas semanas el fallo judicial contrario a los intereses forales.

«Santo Domingo es un punto negro y el Gobierno del territorio incurre en un nuevo incumplimiento al no señalizarlo ni acometer el proyecto de desdoblamiento que está planteado para la zona», lamentó el apoderado del PSE Joaquín Colmenero. «¿Cuánto vamos a esperar para actuar? ¿A que haya más accidentes o muertos?», se cuestionó el juntero socialista, tras asegurar que la Diputación «hace una dejación de funciones abandonando una obra catalogada como prioritaria».

EL CORREO 2012/06/28