¡Ama! de mayor, quiero ser político

¡Ama! de mayor, quiero ser político.

Queda ya lejos el mes de Diciembre cuando fuimos tantos los damnificados por la denominada huelga encubierta de los controladores aéreos. Mi vuelo supuestamente salía aquel fatídico sábado por la mañana. Según el transcurrir de las horas, la rabia, la impotencia de las personas que nos encontrábamos en el aeropuerto de Bilbao fue en aumento al igual que en el resto de aeropuertos. Al final desistí como tantos otros después de largas colas y de pasar varias horas estando de pie en espera de una respuesta desde AENA que nunca llegó.
Al volver a casa, los ministros José Blanco y Alfredo Rubalcaba hablaban ante los medios de comunicación por televisión que toda esa situación había sido por culpa de los controladores aéreos, a los que se les tachaba de insensatos, chantajistas, de tener a cientos de miles de usuarios como rehenes por sus desorbitadas pretensiones económicas. Utilizaban términos como nudo gordiano de tensión permanente el que soportaban los miles de usuarios por culpa de estos chantajistas. Seguido y utilizando un tono más propio de los mafiosos que de políticos, sostuvieron que las consecuencias más graves iban a ser para los controladores aéreos, con penas de cárcel por haber delinquido y por delitos de desobediencia según el código militar ya que habían puesto todo el tráfico aéreo en manos del ejército, algo propio de un estado de excepción que recordaban a tiempos de la dictadura. El ministro Blanco ante la pregunta del presentador defendía que no hay derecho que cobren lo que cobran de sueldo, no hay derecho a esos privilegios, y daba datos de los sueldos de los controladores aéreos y cual por cierto muy mal actor de teatro sostenía que encima lo hacían en época de crisis, con intención de caldear más el ambiente. La Sexta televisión afín al gobierno de Zapatero expresaba a modo de órdago que Reagan en EE.UU. ya eliminó a los sindicatos de los controladores aéreos y echó a la calle a la mayoría de ellos. Menuda lección de democracia.
Como era de esperar muchas personas ignorantes de lo que realmente estaba sucediendo y en caliente fueron en contra de quienes los medios de comunicación habían señalado como los culpables: los controladores aéreos. Pero en cuanto pasa el temporal y llega la serenidad y la cordura, la mayoría de las personas con las que pude conversar expresaron que no cayeron en la trampa. Algunas personas expusieron que fueron capaces de entender lo que consideraban una argucia, sustentaban, inventada para tapar la inoperancia de un gobierno. Fue un intento por camuflar sus continuos fracasos, carentes de argumentos con los que poder salir de la crisis económica.
Los medios de comunicación habían sido los otros grandes culpables porque ni uno solo de estos medios en un principio, fue capaz de poner en entredicho la actuación del gobierno español, cuando publicaron el decreto que desencadenó toda esta situación el viernes, echando un pulso a los controladores, con cierta chulería. Ni el gobierno español ni Aena en ningún momento tuvieron intención de resolver el problema sino que querían quitárselo de encima a base de una actuación propia de una república bananera, metiendo al ejército y echando la culpa a los controladores, cuando los culpables fueros ellos y su intransigencia.
Aena y el gobierno español no habían sido capaces de responder a todas esas personas, sin dar una solución, sin ofrecer ninguna ayuda, dejando vendidas a todas las personas que se encontraban nerviosas, en muchos casos sin saber qué hacer, desprotegidas e incluso conmocionadas por la situación. El Gobierno y Aena estaban obligados por ley a hacer lo imposible por resolver este problema y no habían sido capaces ni habían pretendido en ningún momento solventarlo, cuando se les paga un buen sueldo por un trabajo que no han resuelto.
Las palabras del ministro Blanco todavía resuenan y yo le diría que a lo que no hay derecho no es a lo que cobran los controladores aéreos sino a los privilegios y sueldos de los políticos. No solo me refiero al modelo por ejemplo de pensiones de los parlamentarios con un 80% con solo 7 años de actividad parlamentaria y el 100% de la misma con 12 años cotizados y 60 cumplidos. Incluso se pueden prejubilar con 55 años con derecho a cobrar un 60% de su asignación 3.125 euros además de otros privilegios y prebendas que no tiene ningún otro trabajador de la administración pública. Encima los parlamentarios(as) en navidades han tenido 48 días de vacaciones, luego se habla de los profesores y profesoras de la enseñanza. De los 40 diputados no electos por Madrid, cobran 3.126 euros mensuales en 14 pagas unos 43.771 euros además de otros 1.823 euros al mes, es decir, 25.534 euros al año, por gastos de alojamiento y manutención. Pero qué casualidad que todos los que cobran ese sueldo extra por tener que alojarse en Madrid mientras están en el Parlamento y por su sustento alimenticio tienen residencia fija en Madrid. Estos políticos son un pelín jetas y manguis. Entre ellos, ¡qué coincidencia! el ministro José Blanco, yo le diría que a eso sí que no hay derecho. Menudo personaje más hipócrita y menuda moralina, bueno la que tiene cada uno. Encima si añadimos que por estos dispendios no tributan a Hacienda, dispendio fiscal que se extiende a los senadores miembros de las asambleas legislativas, autonómicas, concejales y miembros de las Diputaciones. Ahora nos salen los ex presidentes Felipe González y Jose María Aznar, a sus 80.000 euros anuales de los presupuestos generales del Estado de carácter vitalicio se suman ahora 200.000 euros más por trabajar para Gas Natural y 127.000 euros por hacerlo para Endesa, (casualidad empresa pública que privatizó Aznar y que al frente que casualidad esté gente del PP) más otros negocios y otros cargos en empresas privadas que les han hecho y les hacen ser multimillonarios. Sin olvidar los derechos a tener secretarias, escoltas, vehículos, oficinas que les proporciona el Gobierno por ser ex presidentes, es decir, con el dinero de todos. Cuando entraron en política como presidentes no tenían ni una ínfima parte de lo que tienen ahora cuando empezaron unos iban con chaqueta de pana y ahora van con Armani otros con un sueldo de inspector de hacienda, hoy son millonarios. En el mundo del derecho creo que tiene un nombre la persona que aprovechándose de su cargo político consigue beneficios del privado para enriquecerse? O acaso me van a hacer creer que son los pagos por los favores concedidos cuando estaban en el poder? No lo creo, hombre, faltaba más, habrase visto, venga ya, no sé, el caso es que me lio mucho yo solo con todas estas disquisiciones. Esperemos que el Ministro Blanco cuando acabe su vida política no lo haga en una de esas grandes empresas del privado además de cobrando por toda clase de negocios que antes de entrar en política no cobraba, porque entonces le diría que a eso sí que no hay derecho, porque al menos el dinero que cobra el controlador es el que le paga el Estado, en cambio el que cobra buena parte de los políticos fuera de la administración huele a un tufillo, de esos que no se desprenden hasta que te mueres.

Ideyashu

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